miércoles, 27 de abril de 2011

AUSENTE

Aquella mañana no fui al colegio, hace rato que ya no me entusiasmaba ir pero esta vez me lo prohibieron por que mi papá no pudo pagar la mensualidad y había rumores de que este sería cerrado para siempre...
La verdad es que a mi padre no le pude ver hasta varios años después, mi mamá decía que estaba en una isla de nombre complicado en el sur.
El lugar en cuestión era la Isla Dawson y se encuentra a 100 kilómetros al sur de Punta Arenas, en el austral estrecho de Magallanes; estaba junto a varios compañeros de trabajo, mi madre continuamente nos repetía que quizá no iba a volver.
Con 9 años no entendía cómo un padre podía priorizar el trabajo ante su familia y más aún sobre su pequeño hijo, el menor de siete hermanos.
Hoy vivo en Madrid y la historia la tengo bastante más clara. El colegio era laico y de "tendencia roja" fue cerrado a finales de septiembre de 1973, los compañeros de mi papá eran sindicalistas simpatizantes del partido socialista y representantes de los trabajadores en una empresa y su destino fue Dawson por ser peligrosos ideológicamente. En la isla no estaban de vacaciones, estaban realizando trabajos forzados y no por prioridad sino como presos políticos.
A los 15 años y en la pobreza absoluta me embarqué por el mundo, atrás quedaron los vivos colores de Valparaíso y sus casas encaramadas en los cerros. Mi primer destino fue Nueva Orleans,en el este de Estados Unidos. El viaje fue largo, quizá tanto como el que mi padre emprendió rumbo al sur, pero yo iba en busca de mi futuro, mi padre ya había encontrado su destino...
Luego vinieron países de nombre impronunciable por asia; Grecia, Italia, Suecia... En Estocolmo me encontré con muchos compatriotas. Porteños, capitalinos, huasos del sur, mineros del cobre y más de alguno con un pasado y posiblemente presente quehacer delictual... pero todos estaban en esas tierras por un mismo origen.
No me volví a embarcar y aprendí la endiablada lengua escandinava.
Mi padre volvió pero era otro, siempre estuvo enfermo. Mi abuela paterna decía que era de pena, algunos de sus compañeros no tuvieron la suerte que tuvo él y se los comió el mar... pero tras ser lanzados desde helicópteros. Yo me embarqué y no he vuelto... mi padre volvió pero el resto de sus días estuvo ausente...

No hay comentarios:

Publicar un comentario